20 agosto 2011

¿Adónde se fueron los caballeros?

De ELIZABETH SUBERCASEAIIX, tomado de IN Agosto 2011

“No importa que sea pobre, siempre que sea un caballero”, decía mi abuela.
Luego vino el tiempo de los viajes espaciales, las telecomunicaciones, el mundo que empezaba a globalizarse, Ia computación que cambió la faz de la tierra, y esas ideas del gentleman, el caballero de Ia fina estampa y los buenos modales parecieron anticuadas, propias de señoras que arriscan la nariz, había que liberarse de las viejas costumbres, soltarse la ropa, despintarse la cara y andar por el mundo sin amarras... Muy bien, todo muy bien, pero hasta por ahí no más, bueno será el cilantro pero no tanto.
Tres generaciones más tarde y a la luz de esos jóvenes despeinados, con los vaqueros llenos de agujeros y las camisas colgando, que salen corriendo de los ascensores, jamás dan las gracias ni dicen por favor, no apagan el celular en los restaurantes, conversan contigo mientras mandan mensajes de texto, y ni hablar de abrirle la puerta del auto a una mujer... a la luz de estos neo galanes, hipsters o como se llamen, una misma no puede menos que mirar a su nieta con ojos largos y susurrarle, al oído, Io mismo que decía mi abuela, "no importa que sea pobre, siempre que sea un caballero".
Muy liberadas seremos las mujeres de los '60, mucho habremos salido a las calles reclamando contra las guerras y preguntando dónde están las flores o gritando ¡prohibido prohibir!... Por mucho que hayamos pasado la juventud marchando para obtener esos derechos que nos han permitido llegar a presidentas del país, gerentas de los bancos, cirujanas o pilotos de líneas comerciales... Por rnuy superwoman que seamos, en el fondo del corazón todas añoramos a un Rhett Butler, el gentleman de antes, el caballero de buenos modales que cedía el paso, caminaba por el lado de la calle cuando iba con una mujer por la vereda; si le preparabas una rica cena, al día siguiente enviaba una nota de agradecimiento, permitía a la gente salir del ascensor antes de partir como caballo desbocado empujando a todo el mundo. ¿Dónde quedó ese gentleman? ¿Quién se lo robó? ¿Por qué ha desaparecido del planeta? Está muy bien que el viento se haya llevado el clasismo y la esclavitud de los estados sureños, pero ¿por qué tuvo que llevarse a los Rhett Butler? El hecho es que encontrar a un caballero, hoy es tan difícil como enhebrar una aguja con una mota de algodón...
Hace mucho tiempo que las mujeres entendieron que liberarse no es sinónimo de perder feminidad, que para darse a entender no hay que golpear la mesa sino apelar a la inteligencia, que uno de los mejores aportes de una mujer al mundo moderno es que es distinta de los hombres. Más de alguna se habría quedado en la casa si hubiera calculado que junto con liberarse tendría que asistir al entierro del caballero, la muerte del gentleman, la despedida de ese hombre amoroso, de buenos modales y no por eso menos inteligente. ¡Ay!, me decía una amiga, ayer mismo, si alguien me hubiera advertido que liberarme significaría tener que aguantar los empujones, las malas palabras y a esos tipos con pinta de patibularios que jamás te tratan como a una mujer.'. mira, niña, capaz que me hubiera quedado en la paz de mi cocina.
¿A qué mujer no le gusta que un hombre le ceda el asiento, le ayude a quitarse el abrigo, corra la silla para que se siente, se levante cuando ella entra en la pieza y cargue su maleta? ¿A quién no le gusta que le digan un piropo, algo amable, algo bonito? 'iQué santo ha muerto en el cielo que la virgen va de luto?", me gritó hace años un andaluz cuando iba caminando por las calles de Sevilla con un vestido negro. No sé si uno de estos jovenzuelos le diría algo tan amable a una mujer en Ia calle.
Me permito hacer la siguiente declaración de principio: a las mujeres no nos gusta que nos traten como a un hombre. Lo que sí nos gusta es un caballero. Exigimos que nos devuelvan al gentleman. Quíero que traigan a mi Rhett Butler de vuelta, mi Gary Cooper, mi Liam Neeson, mi elegante Colin Firth.
Anoche salí al jardín y busqué a mi abuela entre las estrellas. De pronto ella también me vio. "Sigo pensando que da lo mismo que sea pobre, siempre que sea caballero, me sopló al oído, sin embargo, cuando el príncipe William vio aparecer a Kate vestida de novia se le sonrió hasta el pelo y le dijo:"you look beautiful", un verdadero gentleman". Quiere decir que aún hay esperanzas, abuela'